En esta época donde el e-commerce vivirá una nueva evolución, es más necesario que nunca repensar el rol de la Zona Libre de Colón para la economía nacional.
La mayoría de nosotros que trabajamos -o hemos trabajado de cerca ahí- sabemos más o menos las oportunidades que ahí se podrían generar.
Comenzamos a vivir una era 2,3,4,5.0 del ecommerce. No importa. Hay varios temas a nivel global que podrían impactar positivamente en nuestra Zona Libre. Desde la falta de inventario en Asia (lo que está devolviendo a miles de compradores internacionales a Colón) hasta el uso de nuevas tecnologías para aunar esfuerzos y transformarse en un suplidor de productos en diferentes canales para todo el país. Desde el negocio hasta el consumidor final.
Creo que deberíamos pensar ¿cuál es el tipo de cliente que podemos y debemos atender en el país? Con la disponibilidad de opciones de pago no bancario hoy más que nunca debemos apostar por desarrollar la Zona Libre como una oportunidad comercial con un alcance más orientado al B2C.
Obvio. No es solo el producto. Es la cadena de distribución más completa. Pero esa es una tremenda oportunidad para una comunidad que necesita oportunidades. La tecnología puede ser el mejor aliado hoy para cumplir este desafío. Este podría ser EL momento para hacerlo. Con diálogo entre todas las partes.Y ver si este experimento es replicable luego a otras zonas y actividades económicas del país.
Más que invertir en infraestructura debemos invertir en las personas. En el desarrollo de la tecnología adecuada para tomar las oportunidades que se nos están presentando y transformarlas en progreso para todos. Especialmente para quienes más la necesitan en este momento.