El mundo está cambiando. Y la industria logística también. Eso nos enfrenta a una serie de desafíos de cara al futuro del país. Hoy tenemos una oportunidad de oro para capitalizar aún más, las grandes ventajas competitivas que tenemos.
Nuestra posición geográfica nos permite estar cerca de todo e interconectar mercados, facilitando el intercambio de productos entre países (o almacenarlos para poder entregarlos en el momento que lo soliciten). ¿Cuántos mercados pueden tener de verdad esa ventaja estratégica? Me atrevo a decir que muy pocos en nuestra región.
Por eso más que nunca es que debemos analizar cuáles son nuestras oportunidades ahora, en el mediano y en el largo plazo. Entendiendo la cadena de suministro completa para visualizar mejor cada uno de los componentes del negocio y hacer una propuesta de valor tan atractiva, que sea imposible de rechazar.
Las autoridades han creado incentivos, esto a través de la Ley SEM y recientemente EMMA además de otros beneficios que nos potencian como nación para hacer negocios. Ahora nos toca consolidar esa oferta de servicios de excelencia que consolide el interés por el país. Atrayendo mayor inversión extranjera que va en directo beneficio de todos los panameños.
Los desafíos están ahí. Y debemos desarrollar los ajustes necesarios a todo nivel. Desde el desarrollo de talento humano hasta modernización de infraestructura y procesos.
Dicen que las oportunidades hay que aprovecharlas. Y este es el momento adecuado para hacerlo y hacer profundas transformaciones que impacten positivamente a todos los sectores productivos del país.
