Creo que muchas veces hemos hablado sobre divagar, procrastinar, dejar las cosas para después y sigan poniéndole el nombre que quieran.
Lo único cierto es esto:
¿Cómo vas a saber que te depara el futuro de un negocio si sólo lo piensas y no lo ejecutas?
El otro día estábamos hablando con unos amigos sobre cómo el tiempo le va enseñando a uno en qué gasta energía en los negocios y en que no.
Entre recuerdo y recuerdo fue imposible no acordarme de mi incursión en el negocio del ‘entretenimiento’ ( o más bien en el de los conciertos).
Como todo ‘pelao’ con mentalidad de querer devorarse el mundo, decidí que quería tener una entrada adicional a lo que me pagaban en mi trabajo. Estás en ese punto de tu vida que le dices que si a todo.
Porque crees que al final construyendo empresas y negocios siempre te va a ir bien. Sangre nueva, nunca te has estrellado, no conoces la palabra fracaso y por supuesto: JAMÁS HAS PERDIDO PLATA (tuya obviamente).
Así que con unos amigos decidimos apostar por organizar conciertos y armar una productora. Un concierto de Olga Tañón, otro de un grupo de covers de Guns & Roses, un festival de música electrónica.
Pero como dice el dicho: no todo lo que brilla es oro. Nosotros jurábamos que esto era facilito y que las ganancias que generan los conciertos son estratosféricas.
Error N°1.
No tienes real dimensión de lo que implica el negocio al que estás entrando.
El negocio de entretenimiento es una vertical que toca muchos intermediarios, seguros y variables bien difíciles de mantener en control. No es tan simple como contrata al artista, consigue patrocinadores, vende boletas y llenate los bolsillos de plata vendiendo trago. NO. No es así.
La verdad es que te sacabas la ‘miércoles’, consigues patrocinadores, buscabas de todo, veías el lugar lleno y no veías un dólar. Si, ni un dólar. Mas bien sólo dolores.
Me acuerdo clarito que para el de Olga Tañon mi socio y yo nos poniamos hasta a arreglar mesas y la project manager nos decía ‘pero vayan a hacer otra cosa’ y nosotros ¡nooo, queremos que esto luzca perfecto!
Error N°2.
Nunca definiste cuales son tus expectativas reales de ganancia (que dista mucho de lo que facturaste y pronto podríamos hablar de esto y sobre todo de los costos ocultos)
Y miras todo esto y te preguntas, ¿semejante esfuerzo para esto? Te frustras porque hice toda esta vaina y no lograste el dinero que esperabas por el tiempo y dinero que invertiste.
¿La mayor lección del emprendimiento de los eventos?
La pase muy bien jajajaja.
Pero al final aprendí que uno a veces los negocios los ve desde afuera y piensas que les va super bien. Ahí es donde entiendes que no hay mejor aprendizaje que equivocarse y que lo mejor es focalizarte.
Qué pasó después? Abrimos una empresa de mudanza con otros socios que durante más de diez años generó muy buenos ingresos.
¿Cuál fué la fórmula?
Es sencilla: le metimos muchas ganas, lo formalizamos inmediatamente y focalizamos los esfuerzos de una manera mucho más racional.
Cuando tu crees realmente en tu proyecto y tienes una expectativa clara, tienes que poder sumar a más personas. más estructura, más clientes, porque solito ese negocio no va a poder crecer si no tienes la confianza ni la estructura.
Como dice la teoría ahora, al final tienes que hacer que la plata trabaje por ti y no que tu trabajes por la plata. Y aunque soy bien old school en mi forma de hacer negocios, cuando la gente me pregunta si está bien invertir en criptomonedas o en acciones, yo les digo SÍ, pero como un extra. Tu base siempre tiene que ser un negocio.
P.D: A mi me preguntaron sobre emprender con amigos y con la familia. El mejor consejo es que cada uno tenga delimitado lo que tiene que hacer y que todos conozcan cual es el propósito y hacia dónde quieren llevar al negocio. Igual van a haber problemas, pero está identificado quien es el responsable. Eso reduce mucho los problemas.