“Si uno es disciplinado y si uno tiene fe, logra en la vida la meta que se disponga”.
Esa potente frase la lanzó el diputado Raúl Fernández en el último capítulo de Café con Dovi.
Raúl encarna todos los valores que debemos entender para poder lanzarnos a emprender. La mentalidad, la decisión, el conocimiento, la transformación e incluso el aprendizaje de los errores.
Raúl decidió aspirar a ser diputado independiente y lo logró. Y a pesar que todos tenemos una mala percepción de la Asamblea, él dispuso de todo su conocimiento para desarrollar algo que va a beneficiar a todos las miles de personas que estarán pensando en desarrollar su propio negocio: la ley que crea las sociedades de emprendimiento.
Con esta ley el proceso de emprendimiento se simplifica y se hace mucho más fácil. Pero es aquí donde surge la primera gran pregunta: ¿Cómo ves el vaso?. Medio lleno o medio vacío.
Cuando realmente decides emprender no habrá nunca una excusa. El ambiente no es responsable de tus problemas. Hay una famosa frase que dice que la única parte donde el éxito aparece antes que trabajo es en el diccionario. No hay nada mas cierto.
Siempre he dicho que el camino del éxito está compuesto de 1% de tus sueños y 99% de mucho sudor. El éxito no está en la meta. Está en el camino.
Los fracasos son pequeños puntos de inflexión que te ayudan a perfeccionar el camino a través del aprendizaje constante, te hacen más fuerte y aseguran que si logras alcanzar lo que te propones tengas las raíces necesarias para sostenerte.
Hoy es el momento de soltar nuestros lastres mentales y comenzar a construir un nuevo pensamiento. Porque como dijo Raúl -y con quien comparto completamente esta visión- “tenemos una educación que nos guía más a ayudar a trabajar y ayudar para otros emprendedores, que a darnos las herramientas necesarias para crecer y desarrollar nuestros propios medios”.
Se estima que el emprendimiento entregará el 80% de las plazas laborales en los próximos diez años en el país. La crisis está llevando al mundo a la homeostasis. Sacando la creatividad de gran parte de la población que no se va a quedar esperando que le lleguen las oportunidades.
Y la ley de Sociedades de Emprendimiento es una de ella. Depende de cada uno lograr entenderla de la mejor forma para poder aprovecharla, dejando de utilizar los recursos en el papeleo y poniéndolo a producir. Ya no hay excusa.
La actitud de un emprendedor debe estar llena de adrenalina pura, similar a la de un alpinista que sube el Everest. Él sabe que el camino para llegar a la cima está lleno de muchos obstáculos, posiblemente de bastantes caídas y que su vida corre peligro en todo momento.
Y aunque la preparación previa es muy importante, mucho más es la actitud de saber que aun cuando el camino no sea fácil; el llegar a la cima y plantar bandera es la satisfacción de haber logrado tu objetivo y todo lo que involucró hacerlo, con una visión clara que tendrá que volver a bajar para poder a empezar otra aventura más para seguir adelante a lo que yo llamo reinventarse.
Ahora es el momento.
¡Una sonrisa de corazón para todos!
PD: Para todos los que estén pensando en emprender les recomiendo pasen por el canal y la vean.