Han sido días complejos. Donde el sonreírle a la vida se pone a prueba.
Días de incertidumbre, de toma de decisiones, donde por más que uno trate de no abrumarse tanto con lo que está pasando en el entorno es imposible abstraerse.
No les voy a mentir. Todos tenemos momentos de preocupación, en los que a veces nos dejamos llevar por el tormento de lo que podría pasar. Son tan normales.
Nos preocupan, nos ahogan y hasta nos asfixian.
En ese momento, respira y vuelve al presente. A donde estás ahora. Entiende tus circunstancias y con qué herramientas cuentas para resolver.
Imagina esto un segundo.
Estás jugando la final del mundial de fútbol. Es el juego de tu vida. Minuto 70 del partido. Cero a cero y comienza a caer un aguacero torrencial.
¿Qué haces?
Te lamentas, culpas al agua y te desconcentras o tratas de entender las nuevas condiciones para adaptarte a ellas y volverlas a tu favor. Esto no es sobre si haces el gol o no. Es sobre estar mejor dispuesto para el siguiente pase o la próxima cobertura.
Nos habíamos olvidado que la vida era así. Y que no nos preparamos para el futuro sino para el presente. Estar enfocado en el presente es estar conectado con el aquí y ahora.
Es una de las mayores virtudes de los grandes deportistas y líderes de la historia. Basta recordar por ejemplo, esas imágenes icónicas de MJ o de Tiger Woods.
No engancharse en el pasado y preocuparse por un futuro que no ha ocurrido ni sabemos si va a ocurrir.
Tomar decisiones a nivel empresarial y personal es difícil y más en tiempos que nunca pude ni imaginar. Por las nuevas condiciones que nos han hecho reorganizarnos para poder sobrevivir, tratando siempre de no dejar a nadie desahuciado, cuando lo que abunda es el hambre y el desempleo.
Esto es algo que no deja dormir a alguien que promueve sonreírle a la vida, ser solidario y echar hacia adelante sin importar los obstáculos que la vida te ponga.
Pero hay que hacerlo. Haciendo valer los valores personales y morales con los que fuimos formados. Respetando al ser humano. Con información basada en el presente y no en el futuro.
Nadie puede predecir el futuro
No dejándose llevar por la opinión de los futurólogos y expertos que sin base de conocimiento se han apoderado de las redes sociales. Ni prometiendo cosas que no puedes asegurar que van a pasar.
Poner la cabeza en el aquí y en el ahora te da la lucidez necesaria para tomar decisiones.
CONSEJOS
Quiero compartir unos consejos para vivir en el presente y poder evaluar mejor tus decisiones:
1. No dejes que nadie ocupe tu cabeza
Muchas veces caemos en el error de sobredimensionar las opiniones ajenas sobre el mundo e incluso sobre nosotros. No podemos tomar decisiones buscando complacer a todo el mundo.
Si tus decisiones son apegadas a tu escala de valores y sabiendo que buscabas el bien no hay mucho que reprochar.
2. Información
Es real y concreta. No es etérea. Una norma es una norma y no se presta para interpretación. Lo mismo pasa con los recursos.
Sabes exactamente con los que cuentas en el momento.
No pienses en lo que vas a vender o lo que va a entrar. SI decides en el terreno de la especulación estás tomando un riesgo que tu sabrás cuán calculado está.
3.La ilusión del miedo
Es como el freno que todos llevamos dentro. Y es normal. Pero al miedo hay que vencerlo actuando. Si te detiene se vuelve real y concreto.
Hay un dicho sabio que dice que no hay peor gestión que la que no se hace. Es mil veces mejor que te digan que no a pensar que te lo van a decir.
4.Enfrenta las cosas y extrae lo mejor de ellas
¿Cómo puedes avanzar si no enfrentas las cosas? Todos estamos de acuerdo que hay cosas bien complejas. Lo que estamos viviendo es una de ellas.
Pero cuando internalizas mejor tu realidad puedes tomar mejores decisiones.
Empresariales o personales.
Un NO no es el fin del mundo.
Es una prueba más para encontrar la solución al problema.
5.Imposible hacerlo solo
Rodeándome de gente que tenga algo bueno que aportar. Que te conozca y te de un punto de vista franco y honesto.
Los sobadores de espalda no sirven mucho. Solo para autocomplacerte.
6.Olvídate del ayer. Ignora el mañana.
De nada sirve lo que fuiste ni lo que vas a tener. Sólo te sirve tu ahora. El resto no cuenta.
7. Aprende a lidiar con el fracaso
Nos levantamos, nos caemos y nos volvemos a levantar siempre.
Algunas situaciones nos golpean más que otras pero el final, si tienes la disposición y las ganas, siempre puedes extraer lo positivo y utilizarlo
8. Nunca te rindas.
Nadie dijo que el camino es fácil.
Esta es la vida. Si la vida te da limones haz una limonada. Y si puedes compártela.
Ese pequeño detalle puede darle felicidad a alguien que lo necesita. También a tí. Ahí está el secreto de sonreírle siempre. No hay forma que no te lleguen más cosas buenas.
Buenos dias
Me gusta tu forma de pensar tengo una pyme con mucho potencial pero me guesta mucho encontrar recurso humano que apoyen con sentido de pertenencia no soy tan joven me gusto mucho lo de su padre y me motivo a escribir le no ce si con su experiencia pueda ayudarme a impulsar mis planes de negocio
Disculpa me sentí identificado con tigi
Patricio
Gracias Patricio por tu mensaje.
Muy pronto estaremos lanzando un proyecto para apoyar a los emprendedores y te estaremos invitando para que participes.
Muchas gracias, me ha gustado todo y me fascina la manera que tienes de ver la vida se parece mucho a mi manera de pensar y que pongo en práctica en mi vida. Bendiciones